Cuando Taylor Swift marcó su regreso a música con “Look What You Made Me Do”, causó mucho ruido por su contenido polémico. Uno de los sitios que hicieron críticas más pesadas fue PopFront, que la llegó a comparar con nazismo.
“Las letras parecen jugar con el mismo sutil y silencioso apoyo blanco de una jerarquía racial”, escribió el sitio.
Colocaron una foto del vídeo junto a la de Hitler, líder del Partido Nazi, checa otro fragmento de lo que dijeron:
“Entonces el silencio político de Taylor no es inocente, es calculador. Y si eso no es verdad, ella necesita declarar sus creencias en voz alta al mundo – independientemente de los fans que ella pueda perder, porque en América en 2017 el silencio ante la injusticia significa apoyo al opresor “.
Insatisfecha con los comentarios, Taylor Swift accionó con sus abogados. De acuerdo con el sitio Pitchfork, fue enviada el 25 de octubre una carta al sitio con una petición de cesar y renunciar (cesar y desistir), solicitando que tales afirmaciones sean retiradas, bajo pena de acción judicial.
“El materia del PopFront está repleta de declaraciones falsas y ofensivas que no tienen relación con la realidad o la verdad sobre la Sra. Swift. “Parece ser un ataque malicioso contra ella, que hace grandes insinuaciones para retratar a la Sra. Swift como una especie de figura de la supremacía blanca, que es una ficción sin fundamento, un hecho que confunde completamente de su real personalidad”, escribe la carta.